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sábado, 12 de enero de 2019

Reseña: Trópico de Cáncer - Henry Miller

Portada original de la primera edición

Ficha técnica

Título: Trópico de Cáncer (Tropic of Cancer)
Autor: Henry Valentine Miller (26 de diciembre de 1891, Manhattan - 07 de junio de 1980, Los Ángeles)
Editorial: Obelisk Press
Lugar de publicación: París
Primera publicación: 1934
Páginas: 318

En la década de los 30, Henry Miller sorprendió al mundo con Trópico de Cáncer, un libro estremecedor, de carácter biográfico/ficcional, en el cual cuestionaba todos los cánones de la literatura, el arte y la belleza de la época. Los primeros años del siglo XX, especialmente en Europa, desde donde Miller escribe Trópico de Cáncer, estuvieron marcados por la tensión entre los valores establecidos en el mundo artístico e intelectual y las nuevas formas de expresión de las vanguardias (entre 1910 y 1930 son los años del dadaísmo, el surrealismo, el expresionismo y la abstracción). Que en 1934 apareciera un libro de este matiz marcó un hito; había aparecido una voz desafiante con suficiente fuerza para gritar en la cara del mundo que todo lo que se había hecho hasta entonces en la cultura era falso.


¿Por dónde empezar para aclarar el sentido de estas afirmaciones? Una reseña superficial de Trópico de Cáncer nos puede decir: es un libro erótico. Pero habría que discutir la comprensión de lo erótico en Miller para validar una afirmación así. Otros podrían decir: es un libro escatológico, porque muestra todo lo sucio que hay en la sexualidad humana. En este caso habría que cuestionar el concepto de suciedad. Más bien es un libro en el que aparece la naturaleza humana sin tapujos, lo que implica que la sexualidad está retratada de forma descarnada, sin las vanas cursilerías de lo romántico (lo romanticón, entiéndase) o lo erótico. 

Mujer desnuda recostada (1917) - Egon Schiele


En las primeras páginas, ya el autor hace una declaración contundente sobre el sentido de su obra:

“Este no es un libro. Es un libelo, una difamación. Este no es un libro, en el sentido ordinario de la palabra. No; es un prolongado insulto, un escupitajo arrojado a la cara del Arte, un puntapié en el trasero de Dios, del Hombre, del Destino, del Tiempo, del Amor, de la Belleza… lo que quieran. Voy a cantar para ustedes, tal vez algo fuera de tono, pero cantaré. Cantaré mientras ustedes graznan, bailaré sobre su inmundo cadáver.
Para cantar es necesario abrir antes la boca. Hay que tener un par de pulmones y algún conocimiento de música. No es necesario tener un acordeón ni una guitarra. Lo esencial es querer cantar. Esto, pues, es un canto. Estoy cantando”.


Se trata de un libro en el cual el cuerpo aparece en toda su dimensión, sin que el autor intente difuminarlo apelando a la idealización o el ocultamiento de su verdadera naturaleza. La carne, las secreciones, el vello púbico, los genitales están insertados de manera omnipresente en la narración, como lo están en la vida misma. Miller nos muestra todo aquello que decidimos ignorar sin saber bien por qué, porque en el fondo nos han movido a pensar que el cuerpo es algo sucio e indigno; algo que hay que ocultar y de lo que uno mismo no puede disfrutar sin culpa. Por esta osadía del autor, la publicación del libro en los Estados Unidos fue prohibida hasta la década de los 60 (30 años después de su publicación original en París). En 1961, la editorial Grove Press se atrevió a publicar Trópico de Cáncer, lo que ocasionó un juicio por pornografía, que tuvo que ser zanjado finalmente por la Corte Suprema de Estados Unidos, la cual declaró que el libro era no-obsceno, y así dio paso al reconocimiento de la obra de Miller en su país.

Mujer desnuda arrodillándose (1915) - Egon Schiele

“Estoy viviendo en la Villa Borghese. No hay una pizca de tierra en ninguna parte, ni una silla fuera de su lugar. Estamos solos aquí, y estamos muertos…

(…) Estamos en el otoño de mi segundo año en París. Fui enviado aquí por una razón que aún no he podido descifrar.
No tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo. Hace un año, hace seis meses creía que era un artista. Ya no pienso en ello. Yo soy. Todo lo que era literatura me ha abandonado. Ya no hay más libros que escribir, a Dios gracias”.

De esta forma sentenciosa y directa empieza Trópico de Cáncer. Desde el inicio tiene el tono de una declaración y una protesta contra la falsedad de la vida. Nos cuenta las peripecias del día a día de un escritor desempleado en París, que asiste a todo lo que pasa como un espectador que no se hace ilusiones sobre el porvenir. No tiene dinero, ni expectativas, acaso unos cuantos amigos a los que les puede sacar algo de comida y con los que se entretiene de vez en cuando. Sobre esta trama básica Miller logra montar una serie de reflexiones que nos van revelando poco a poco el verdadero carácter del libro: se trata de una constante revisión al absurdo de la vida humana.

En París, el narrador testifica sobre la decadencia y el tono patético de la lucha incesante de los seres humanos por subsistir, adquirir una posición social, encontrar el placer, el amor, etc. En medio de todo, la sexualidad aparece como un eje de las reflexiones. Las experiencias propias y aun ajenas, en cabeza de sus amigos (en especial el brillante personaje Van Norden), sirven para canalizar el sentimiento de absurdo que el libro quiere transmitir, a la vez que son una reivindicación de los instintos naturales en todo ser humano, en una época de dura represión sexual en Europa y en el mundo. 

El abrazo (1917) - Egon Schiele


En toda la narración el autor se muestra no sólo crítico con los valores de su época, sino también muy hábil en la construcción de personajes y situaciones ridículas que le revelan al lector que lo que se piensa sobre la vida, el sexo, el amor, hace todo parte de la misma pantomima de la vida civilizada. No hay mejor forma de ilustrarlo que a través de las palabras de uno de los personajes que, a mi parecer, es el de construcción más sólida e inquietante, el sátiro y algo misógino Van Norden:

“A veces me pongo incluso a contar, o empiezo a pensar en un problema filosófico, pero no sirve de nada. Es como si fuera dos personas, y una de ellas estuviese mirándome todo el tiempo. Me pongo tan furioso conmigo mismo, que podría llegar a matarme… y en cierto modo eso es lo que hago siempre que tengo un orgasmo. Por un segundo, me destruyo a mí mismo. En esos casos ni siquiera hay un yo mío… no hay nada… ni siquiera la gachí. Es como recibir la comunión”.

A continuación, cuando el narrador interroga a Van Norden sobre la razón para que ande de mujer en mujer, y de prostituta en prostituta, este le contesta con una profunda angustia:

“Quiero ser capaz de entregarme a una mujer () Pero para eso tiene que ser mejor que yo; tiene que tener inteligencia, y no sólo un coño. Tiene que hacerme creer que la necesito, que no puedo vivir sin ella. Encuéntrame una gachí así, ¿quieres? Si pudieras hacerlo, te daría un empleo. En ese caso no me importaría lo que ocurriera: no necesitaría un empleo ni amigos ni libros ni nada. Simplemente con que pudiese hacerme creer que había algo más importante en la tierra que yo. ¡Dios, cómo me odio! Pero todavía odio más a esas tías asquerosas… porque ninguna de ellas vale nada”.


Baste con esta breve muestra para entender que se trata de un libro único para su época, e inquietante por la intensidad con que retrata la angustia existencial, la sexualidad, los placeres que se vuelven insípidos en medio de las convenciones sociales, y muchos aspectos preocupantes de la sociedad contemporánea que a cualquier persona consciente le darán en muchas ocasiones la sensación de que estamos viviendo una vida falsa.

Composición: tres hombres desnudos (1910) - Egon Schiele


* EGON SCHIELE

Nacimiento: 12 de junio de 1890; Tulln an der Donau, Austria

Fallecimiento: 31 de octubre de 1918; Viena, Austria

Movimiento: Expresionismo

Campo: Pintura

Técnicas: Óleo, acuarela, dibujo

Influencias: Gustav Klimt, Vincent van Gogh, Edvard Munch, Wassily Kandinsky

Reseña: Egon Schiele fue un pintor y grabador austríaco, contemporáneo y discípulo de Gustav Klimt. Fue uno de los grandes artistas figurativos de la época y uno de los máximos representantes del Expresionismo austríaco. A pesar de su corta vida (murió a los 28 años), su obra es numerosa: más de trescientas pinturas y miles de acuarelas y dibujos.
De Gustav Klimt adoptó algunos principios técnicos y creativos, como la acentuación del dibujo en las líneas gruesas del cuerpo, especialmente en los desnudos. Estos rasgos lo hicieron especialmente influyente en el arte moderno que se gestaba a inicios del siglo XX. Fue controversial por sus representaciones del cuerpo humano, ya que sus composiciones son bastante sencillas, y el énfasis está puesto en la musculatura distorsionada y en las extremidades. 


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